Todo un éxito el Festival Cuexcomate 2016 en la UAEM
Excelente inicio del II Festival Cuexcomate 2016/ Los aguas aguas bien en su presentación/ La Bolonchona digno representante de Morelos/ Los Rastrillos geniales en su participación/ Hoy segundo día del festival…
Carlos O. Morales
…La cultura, la música y el folklor ya forman parte de la UAEM. El Patronato universitario evoluciona sin dejar de conservar su coherencia educativa con la práctica musical. La alegría, el baile y las mezcolanza de estilos que aparecen en Las Aguas Aguas, desde una cumbia hasta un reggae con un ligero jazz, son el preámbulo, la introducción, o como dicen los chamacos, los teloneros, a los que le tocó iniciar el II Festival Cuexcomate 2016 en el campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Una sorpresiva y agradable tarde multicolor, donde la música ecléctica llenó los más altos niveles de exigencia, para muchos, la pasión por el jazz, el ska, la cumbia y hasta el chá chá inundo la explanada de la UAEM, con la presencia de excelentes músicos como los integrantes de La Bolonchona, más tarde Los Rastrillos, solo por citar a algunos.
El sonido excelente, y los integrantes de Las Aguas Aguas, cuyo sonido proporcionó un buen rendimiento acústico acompañado de buenos guitarristas, ahí en el templete la aparición puntual del rector Alejandro Vera dio el mensaje con el cual iniciaba el II Festival Cuexcomate 2016 el cual al final de la jornada arrojó buenos resultados en el primero de tres días de celebración, musical, gastronómica, cultural y estudiantil.
Las Aguas Aguas pudieron haber dado más si los programan para la tarde noche y no para el inicio, en cambio La Bolonchona se vio y escuchó formidable, sin tener un sonido perfecto, su música actual es limpia y libre sin dolor, pero con el placer, al igual que el sonido que se nos ofreció, Con una excelente acompañamiento por los metales, el sax, la trompeta, y con otros dos instrumentistas en las alas, en los extremos, y nos regalaron a través de su nuevo disco, un cover excelente, un rolón, Hawái 5.0, una clásica de los 60, para terminar La Bolonchona su ejecución de La yerbita dejó caliente y listo el escenario para Los Rastrillos, una banda que tiene para el que escribe, unos estetas –esos que consideran al arte como un valor esencial- quienes con sus trompetas, saxofón, dieron una muestra de lo hermoso que puede ser el reggae, el ska, el rock.
Con la comunidad estudiantil como público en la explanada, se vivió un ambiente tranquilo y receptivo, el estado de ánimo que abrió la tarde/noche con Los Rastrillos fue genial.
La banda mantuvo un extraordinario interés en ciertas canciones que fueron tocadas con sencillez pero con un dominio pleno de los músicos rastrillos.
El concierto también tuvo sus partes negativas, y aun y cuando el staff del Cuexcomate hizo su mejor trabajo, algunos encargados de protección civil parecían haberse perdido, y como perros de presa, despojaron de sus bebidas a esos jóvenes que a diferencia de vándalos y vagos son el futuro de nuestro estado, del país.
Algo de ese ente llamado Protección Civil no encaja en la música, y su compromiso no debe chocar con lo ideológico ni lo educativo, la calma nunca se perdió, hubo de todo, desde vendedores de juegos de plumas, hasta el malabarista de los cuatro pinos, el mismo que nunca dejo de lanzar al aire sus malabares, incluso uno que otro periodista por ahí perdidos vagaron durante el concierto.
Aun así, los augurios son buenos. La tarea del Patronato universitario es una empresa mucho muy complicada, pero con objetivos bien definidos, incluso, el registrar su asistencia a este tipo de eventos les permite a muchos estudiantes sumar puntos a su favor para su asignatura relacionada a la cultura.
El cambio es evidente, en la UAEM la transformación va desde sus inmuebles hasta la forma de educar, en las facilidades de llevar entretenimiento, de ahí que el reconocimiento a gente como Mario Caballero y su equipo de trabajo es merecido.
Los otros grupos que alegraron la noche en la explanada de la UAEM, bien merecen una crónica aparte, pues fueron muchos más los que derrocharon su talento ante los universitarios que se dieron cita en este inicio del Festival Cuexcomate 2016.
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…La cultura, la música y el folklor ya forman parte de la UAEM. El Patronato universitario evoluciona sin dejar de conservar su coherencia educativa con la práctica musical. La alegría, el baile y las mezcolanza de estilos que aparecen en Las Aguas Aguas, desde una cumbia hasta un reggae con un ligero jazz, son el preámbulo, la introducción, o como dicen los chamacos, los teloneros, a los que le tocó iniciar el II Festival Cuexcomate 2016 en el campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Una sorpresiva y agradable tarde multicolor, donde la música ecléctica llenó los más altos niveles de exigencia, para muchos, la pasión por el jazz, el ska, la cumbia y hasta el chá chá inundo la explanada de la UAEM, con la presencia de excelentes músicos como los integrantes de La Bolonchona, más tarde Los Rastrillos, solo por citar a algunos.
El sonido excelente, y los integrantes de Las Aguas Aguas, cuyo sonido proporcionó un buen rendimiento acústico acompañado de buenos guitarristas, ahí en el templete la aparición puntual del rector Alejandro Vera dio el mensaje con el cual iniciaba el II Festival Cuexcomate 2016 el cual al final de la jornada arrojó buenos resultados en el primero de tres días de celebración, musical, gastronómica, cultural y estudiantil.
Las Aguas Aguas pudieron haber dado más si los programan para la tarde noche y no para el inicio, en cambio La Bolonchona se vio y escuchó formidable, sin tener un sonido perfecto, su música actual es limpia y libre sin dolor, pero con el placer, al igual que el sonido que se nos ofreció, Con una excelente acompañamiento por los metales, el sax, la trompeta, y con otros dos instrumentistas en las alas, en los extremos, y nos regalaron a través de su nuevo disco, un cover excelente, un rolón, Hawái 5.0, una clásica de los 60, para terminar La Bolonchona su ejecución de La yerbita dejó caliente y listo el escenario para Los Rastrillos, una banda que tiene para el que escribe, unos estetas –esos que consideran al arte como un valor esencial- quienes con sus trompetas, saxofón, dieron una muestra de lo hermoso que puede ser el reggae, el ska, el rock.
Con la comunidad estudiantil como público en la explanada, se vivió un ambiente tranquilo y receptivo, el estado de ánimo que abrió la tarde/noche con Los Rastrillos fue genial.
La banda mantuvo un extraordinario interés en ciertas canciones que fueron tocadas con sencillez pero con un dominio pleno de los músicos rastrillos.
El concierto también tuvo sus partes negativas, y aun y cuando el staff del Cuexcomate hizo su mejor trabajo, algunos encargados de protección civil parecían haberse perdido, y como perros de presa, despojaron de sus bebidas a esos jóvenes que a diferencia de vándalos y vagos son el futuro de nuestro estado, del país.
Algo de ese ente llamado Protección Civil no encaja en la música, y su compromiso no debe chocar con lo ideológico ni lo educativo, la calma nunca se perdió, hubo de todo, desde vendedores de juegos de plumas, hasta el malabarista de los cuatro pinos, el mismo que nunca dejo de lanzar al aire sus malabares, incluso uno que otro periodista por ahí perdidos vagaron durante el concierto.
Aun así, los augurios son buenos. La tarea del Patronato universitario es una empresa mucho muy complicada, pero con objetivos bien definidos, incluso, el registrar su asistencia a este tipo de eventos les permite a muchos estudiantes sumar puntos a su favor para su asignatura relacionada a la cultura.
El cambio es evidente, en la UAEM la transformación va desde sus inmuebles hasta la forma de educar, en las facilidades de llevar entretenimiento, de ahí que el reconocimiento a gente como Mario Caballero y su equipo de trabajo es merecido.
Los otros grupos que alegraron la noche en la explanada de la UAEM, bien merecen una crónica aparte, pues fueron muchos más los que derrocharon su talento ante los universitarios que se dieron cita en este inicio del Festival Cuexcomate 2016.
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Es una verdadera lástima que no pude participar el año pasado en el festival de cuexcomate y espero en 2018 poder ir a divertirme un rato con la familia!
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