Leyendas morelenses Jesús “chuchín” Peralta
Su pasión por servir a los demás/
Propone crear el Salón de la Fama Morelense/ Promover el bien colectivo su
prioridad/ Pugilista de Cuernavaca y funcionario municipal/ Un moderno quijote
urbano.
Carlos O.
Morales
… Cuernavaca,
Mor.- 12 de octubre de 1936, Un deporte
viril como es el boxeo hace su aparición de manera formal en el estado de
Morelos, el Teatro Porfirio Díaz se llena poco a poco, para que al filo de las
ocho de la noche suban al ring, el morelense Lorenzo Vargas “el papelero” quien
enfrentará a 10 rounds al capitalino Carlos Montesinos.
Desde el
mismo primer asalto ambos pugilistas se enfrascan en un duelo de golpes lo que
causa emoción entre los aficionados que se han dado cita en el viejo inmueble de Morelos y Rayón, los
espectadores están de pie durante siete rounds, en los cuales se impone el coraje y la fuerte pegada del “papelero”
Vargas, el nocaut se hace presente y esto logra que la gente con boleto pagado
aplauda desde el graderío hasta la primera fila, son los orígenes de lo que fue
por muchos años un deporte de masas y de éxito para quienes promovieron el
boxeo en Cuernavaca y el estado de
Guerrero.
El Teatro
Porfirio Díaz habría de cerrar sus puertas para paso después a lo que se llamó
Cine Morelos y actualmente el Teatro de la Ciudad, bien, pasarían ocho largos
años para que un clásico sábado 27 de marzo de 1944, el matrimonio formado por
Miguel González Moreno e Isabel Pérez López, presentaran un programa de Box y
Lucha en el histórico e inolvidable portal Eguía en lo que se llamó la empresa
Fray Nano, y fue Víctor Taylor quien presentaría el combate estelar entre dos
capitalinos, Miguel Arroyo contra Enrique Rodea llamado el zurdo de Tacubaya.
DE todos los
deportistas morelenses que surgieron desde los inicios del boxeo en la entidad,
existen muchos que han obtenido campeonatos en diversas categorías, uno de
ellos, Jesús Peralta García “el Chuchín”, de figura menuda, porte al caminar,
impecable en su vestir, y con una historia a cuestas envidiable por lo que ello
representa.
Hablar de un
personaje como Chuchín es hablar del barrio bravo de Tepetates, de calles como Clavijero, Guerrero, el
centro, es hablar de los “trompos” callejeros, de los pleitos juveniles en
donde la supremacía se disputaba en las calles, en los barrios, tiempos de
antaño que no volverán pero que se pueden rescatar como las primeras líneas de
este texto, compilados los datos por Chuchín Peralta, de quien es la idea
además de crear en Morelos y concretamente en esta ciudad capital, El Salón de
la Fama del Deporte Morelense.
El Chuchín
es un icono popular en Cuernavaca, es inconfundible su presencia, su
popularidad es producto de su conducta intachable, de su inclinación por la promoción
deportiva y obviamente por el impulso al boxeo, y sobre todo por su espíritu de
servir a los demás, por sacrificar sus ingresos en algunas ocasiones para
ayudar al amigo, al vecino, al desconocido, eso no tiene precio, y si en cambio el reconocimiento de la gente.
Jesús
Peralta es un hombre de alma grande, sus conceptos de amistad y servicio son
siempre darle todo primero a los demás, su viveza es su fortaleza y su alegría que
invade su persona, flaco y desgarbado es un clásico quijote urbano, desde su
calzado hasta la camisa deben estar siempre impecables, lo que no lo exime de tener
en los nudillos de las manos las huellas de su pasión por el arte de los
guantes, la pera y el cuadrilátero.
Sabe del
trabajo rudo, el vecindario lo conoce, por lo cual se le ve con respeto y
admiración, suyo es el territorio de Cuernavaca, su historia se teje día a día,
en lo deportivo y en lo político, le gusta servir a los demás, es el bohemio
del deporte, es un predestinado, sabe servir y luchar por los demás,
actual titular de la Delegación Política
Benito Juárez, pone el ejemplo de su pasión, al pintar aceras, limpiar calles,
colocar pasto, podar jardines, todo ello, lo hacen ser …..una verdadera leyenda
morelense.
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