El Oratorio de Chula vista

Un lugar sublime donde la oración unía a todos en torno a un Ser Supremo/ Aun en el abandono la tranquilidad y armonía son únicas/ La UAEM podría rescatarlo en uno o dos años.(primera de dos partes)… Carlos O. Morales textos / Sharat Sánchez B. imagenes … Este domingo 16 de octubre, un buen amigo, Mario Caballero hizo un recorrido por un lugar con historia y leyenda, el viejo Hotel Chula vista, donde además de caminar por los pasillos capturó imagines que son un deleite para quienes aman este tipo de inmuebles los cuales alguna vez albergaron a artista y escritores, entre ellos, Tennessee Williams, Brigit Bardot, Elia Kazan y Marlon Brando. El oratorio de Chula vista era un lugar especial, mágico, era el sitio ideal para una comunicación sublime, era el punto donde se unían los pensamientos y la búsqueda de Dios, donde el tiempo se olvida, donde las horas pasan sin sentir, y donde en silencio o voz alta orábamos, principal motivo de nuestra estancia en ese palacio mágico envuelto en una tranquilidad que solo aquí, en la parte más alta de la colonia Chula Vista se podía vivir, sentir y disfrutar. Visitar el Oratorio, era después de orar y recorrer el sitio, volver y desear vivir otra vez una experiencia única, como buscar consuelo, amor, bendiciones, soluciones a nuestros problemas emocionales o económicos, y porque no, rogar por riqueza material y espiritual. Conocido por unos e ignorado por otros, el Oratorio de Chula Vista, era un sitio de oración y comunión con ese Ser Supremo, su casa era una construcción donde se utilizó para edificación, mármol, ónix, madera de cedros, bronce, oro y plata, así como más de tres millones 600 mil pesos, todo ello en 1973 ( tal y como dice aun su vieja inscripción fijada al ingresar al ahora abandonado Oratorio) así como la participación de varias iglesias, feligreses de varios estados del país, y el trabajo de muchas personas que hicieron posible este inmueble dedicado a la oración, a la comunicación con Jehová, con Yahvé, con Jesús, con Cristo, con el Espíritu Santo, con el Dios de todos los humanos. El oratorio de Chula Vista, erigido sobre una zona alta de topografía rocosa, estaba compuesto por grandes pasillos de concreto, mármol y madera, era un verdadero palacio, del que muchos aseguran fue una copia fiel del sitio de oración del Rey Salomón, hombre al que nunca faltó el oro y la plata, las maderas finas y las grandes joyas que ser humano puede desear. Así era aquí, a cinco minutos del centro de Cuernavaca, este imponente lugar para la práctica de la fe, aún y con todo el oro utilizado, la plata y bronce, a más de 43 años de construido, ya resiente el paso de los años, los nombres de los personajes bíblicos que se encuentran inscritos en la parte alta (el techo) empiezan a borrarse o a desprenderse pedazos de madera. Independientemente, de los daños ocasionados por el paso inexorable del tiempo, este lugar de adoración a Jehová, a Dios, al Ser Supremo, fue visitado los 365 días del año, y se podia llegar por el callejón Borda localizado junto al Ayuntamiento de Cuernavaca. Desde el momento mismo que se llegaba se percibía su majestuosidad, era único, y para muchos, además, un lugar mágico que invitaba a la reflexión espiritual. Desde las primeras horas de la mañana, jóvenes estudiantes llegaban a orar y elevar cánticos al creador, otros llegaban a meditar tras de ofrecer acciones de ayuno, otros a satisfacer la curiosidad de un sitio que era motivo de visita, hoy, a 38 años de construido, cuando el tema religioso se pone en boga, y cuando para muchos ha llegado la hora de rectificar su camino, su proceder en la vida, o tan solo para hacer oración y encontrar un hueco en ese vacío que se siente en cada uno de nosotros. El Oratorio, iniciaba con el Génesis, ilustrado con colores vivos en el techo, en los costados donde con letras de bronce se daba la bienvenida al Cordero de Dios, “digno eres porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido, para bien de todos, linaje y lengua, pueblo y nación”, es este el primer paso obligado, con pinturas en ambos costados y el techo, se observaba al Espíritu Santo. El Génesis ilustrado con maestría, para continuar por un gran pasillo con columnas de concreto, y los nombres bíblicos inscritos en el techo y las columnas, todo construido con una gran imaginación. Eran tres los pasillos que se debían cruzar antes de llegar a la pesada puerta de más de tres metros de alto, de 35 centímetros de espesor, elaborada con caoba y cedro y con manijas de bronce fundido de tipo modernista, y tan solo traspasar esta puerta, encuentraba uno el mural donde grandes letras establecen; “Oratorio de Jesucristo para su alabanza y evangelización de México y del mundo”. En el interior, inicialmente eran cuatro las pinturas, que simbolizaban al Espíritu Santo, El cielo y los Ángeles, Dios Padre, y Dios Hijo, divididos por tres grandes cristales en cada lado, en tanto que al frente estaba un reclinatorio, atrás una pequeña fuente, todo elaborado con mármol, y ya desde aquí, jóvenes de ambos sexos cantaban a Jehová, a Yahvé, a Jesucristo, al Ser Supremo, pues no existe religión que predominara, y si solo una misión, adorar y difundir la palabra de Dios. Al fin, tras de varios minutos de recorrido, los visitantes podían acceder por las escaleras que se hallaban en cada lado, eran dos escalinatas también de mármol, con pasamanos de finas maderas, caoba y cedro, su belleza en el tallado era impresionante, pese a que ya han transcurrido más de tres décadas desde su construcción. Se continuaba antes de entrar al Oratorio, con una pantalla de lado izquierdo, un reloj automático, más dos niveles de estadísticas, la población actual de Morelos y la población mundial, ahí, de lado derecho se hallaba una gran puerta cuyas hojas eran de cristal, para ingresar finalmente al Oratorio, un sitio que impresionaba por su majestuosidad, belleza y halo de misticismo que lo envolvía. Era como un centro generador de energía, aquí, el más débil oraba con fervor, el rico se humillaba y postraban todos, el pecador lloraba y arrepentía, otros más levantaban las manos y alababan a Dios, los más, los menos, se arrodillaban, unos en silencio otros en voz alta, pero ninguno escapaba de dar –con satisfacción espiritual- gracias al Ser Supremo, al Rey de Reyes, Señor de Señores, al Hijo Único, a Jehová, Yahvé, al que provee, al Dios que cada uno alababa de manera y formas distintas, aquí, donde convergen las ideas y la fe en el Hijo de Dios. La placa alusiva al más grande oratorio dedicado a Jesucristo y para la evangelización en América Latina, (no se comparaba con los templos mormones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) colocada en la parte exterior del primer pasillo explicaba cuáles fueron los medios utilizados para lograr su edificación, los trabajos que se hicieron y quienes colaboraron para ello. “Para la gloria de Dios en Jesucristo, el progreso de la humanidad y el desarrollo de la cristiandad, El Movimiento Mexicano de la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo, dedicó a Dios este oratorio el 11 de marzo de 1978”. El oratorio expresaba la necesidad de que Dios sea prioridad en cada creyente de nuestra patria, es una ofrenda de amor para Jesucristo, para alabarlo y clamar por la evangelización de México y del mundo, de día y de noche hasta su regreso. Este oratorio gozo de Jesucristo y de su iglesia, es y fue evidencia de un movimiento de alabanza y oración que se extiende ya a más de 40 ciudades de México, 170 ciudades en toda América Latina y tres mil 150 iglesias, y el antecedente es, un ministerio de oración las 24 horas en este lugar durante cinco años. El primero de marzo de 1975 se colocó la primera piedra, estudiantes, profesionistas, pastores y familias de toda la República vinieron con ofrendas, dinero y especie, bronce, mármol, caoba, oro y plata, y el 11 de marzo de 1978 se terminó de construir, dependiendo totalmente de su gracia cada día. El costo del Oratorio fue de tres millones 762 mil 805 pesos con 28 centavos, ofrendados por 145 iglesias de 33 denominaciones, y cinco mil 973 personas, por la madurez de la cristiandad nacional se buscó la ofrenda de ella, y así el 88 por ciento del costo fue de ingreso nacional y el 12 por ciento restante del extranjero. Dios santificó el oratorio con las oraciones de muchos de sus siervos, la de los directores mundiales Guillermo R. y Bonnete S. Bright, Cuernavaca, Morelos 11 de marzo de 1978, (así reza aun la placa que existe en el hoy abandonado Oratorio de Chula vista). De tal forma, que cuando nos encontrábamos agobiados, cansados, tristes, abatidos, solos y sin motivos para vivir en paz, alegría y armonía con los demás, en Chula vista, allá en la parte alta, había un lugar, donde seguramente encontraríamos la solución, la respuesta, y porque no, con un poco de arrepentimiento, la felicidad espiritual, tan escasa y muy cotizada en el tiempo presente. Hoy casi a finales del 2016, el Oratorio está abandonado y saqueado, pero aún se respira la tranquilidad y la armonía, la paz y el deseo de orar por todos a un Ser Supremo, al que desde lo más hondo del alma pedimos un milagro más, el ver resurgir como la mítica AVE FENIX, un nuevo Oratorio, volver a verlo poderoso y majestuoso de lo que hoy son sus cenizas…