La celebración del amanecer


Los Reyes Magos el ritual y la tradición/ El poder mágico del Seis de Enero/ El oro la tarjeta de crédito/ El incienso y la mirra el deambular por la ciudad/ Un torrente que envuelve en una vorágine de comprar/ Los sentimientos encontrados y la felicidad que provoca/ Siempre valdrá la pena el esfuerzo para ver felices a los infantes.


Carlos O. Morales

(Dedicado a Carlos Arturo, José Manuel, Carlos Javier, Ben Hur y Hector Salazar)






…La noche fría se torna mágica, la ciudad con sus colonias y barrios se convierten en constante movimiento de autos, de personas en comercios de juguetes, en las tiendas de autoservicio la marea humana hace suyos los juegos, las muñecas, los autos de pilas, las bicicletas, las pelotas, todos los juguetes que puedan servir para cumplir con el ritual mágico y tradicional del Día de Reyes.

Los mercados populares, son un sitio donde los fenicios venden desde juguetes de madera hasta juegos sofisticados que caminan, corren y vuelan con pilas, hay de todo, los tradicionales bastones llenos de dulces así como las botas de chocolate,  la magia de Los Reyes Magos para las primeras horas de la noche invade a todos por igual.



La presencia de los Melchor, Gaspar y Baltasar, se siente y se percibe, en las calles de Cuernavaca, Jiutepec, Yautepec, Temixco, Emiliano Zapata y en suma en todos los municipios del estado,  todos somos  reyes magos, caminamos, unos aprisa, otros a paso moderado,  siempre vigilados por los truhanes y ladronzuelos de siempre, el peligro es inminente, pero no importa, este día todos somos un Rey Mago en potencia, tenemos puesto el mágico traje de relucientes colores, de seda y lino, y en nuestras bolsas el poder de compra, a niveles diferentes pero todos se sienten ese rey que muy dentro de nosotros ha existido por siempre.

Las compras en todo el primer cuadro de Cuernavaca, son una locura permitida,  la ocasión es un embrujo  que encanta, tanto que muchos usan los famosos plásticos con los cuales con solo firmar nos permitirá llegar a casa con la pasión de los juguetes no importa si para ellos nos habremos de  empeñar en conseguir dinero a rédito, o bien créditos  bancarios o prestamos con familiares o amigos,  la cuestión es sumergirnos en ese ambiente mágico que se vive en las calles, en los comercios, en los improvisados  puestos de temporada en las colonias y barrios de esta nuestra ciudad de Cuernavaca. Una ciudad de todos.



Todo esto aun y cuando los amargados de siempre no se cansan de decir quienes son los Reyes Magos como sin con ello se quitaran la responsabilidad de mantener un ritual y una tradición que ha perdurado por muchísimos años.

Desde las primeras horas del cinco de enero, el ir y venir del panadero, de quien vende tamales, hace tortilla, el taxista, el mecánico, los obreros,  enfermeras, abogados, policías, todos los que integran esta sociedad en la que vivimos, se convertirán en esa leyenda que apasiona a millones de seres humanos, los mágicos Reyes Magos, esos seres míticos que en esencia buscan los juegos que harán felices a nuestros hijos, a nuestros nietos.

La noche ha caído y el centro de la ciudad se deja  iluminar de manera caprichosa por las luces de los comercios, de los puestos callejeros o improvisados que han sacado sus juguetes que por montones llenas las banquetas o las aceras,  los gritos nos llaman la atención,  el flaco o gordo vendedor nos atrae con el “bara” “bara”, llévelo “bara” “bara”, güerita, o bien  el “pásale patrón”, “lo que te guste papá”,  los grandes almacenes y tiendas departamentales son abarrotados por quienes son los verdaderos buscadores de ofertas, los que por arte de magia hacen  estirar o rendir los mil pesos, otros los cinco mil,  los menos,  también compran en menor cantidad.



Pero todos son parte de una escenografía de la mejor película, la vida de quienes hacemos la mejor de las historias, son las 11 de la noche para esta hora miles de globos se ha soltado con la carta que llegará hasta el cielo donde se conocerá que se pidió a los Reyes Magos.

La cascada de compradores, de vendedores, de taxistas, de hombres y mujeres habrá de culminar con los primeros  rayos del sol, aun y cuando el frio de la mañana tardará varias horas en diluirse, justo cuando la magia del Día de Reyes empezará a desvanecerse para volver a surgir el próximo año, los ahorros se  han ido, y pronto habremos de sufrir los estragos de haber sido por unas horas la personificación misma de esa leyenda que año tras año nos envuelve en su mágico regreso, para una celebración mas del amanecer…


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