Pedro Ocampo y la pasión por servir

Un liderazgo real en la zona sur/ trabajo permanente a favor del campesinado/ proyectos y acciones de manera colectiva/ un candidato natural para el 2018… Carlos O. Morales… Enfundado de manera impecable en su camisa blanca, su sencillez contrasta con su alegre y segura figura, es el presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales, Pedro Ocampo Álvarez, un luchador social cuya popularidad lo llevó a ser considerado un candidato natural en la pasadas elecciones estatales. Hombre de lucha y entrega para alcanzar mejores estadios de bienestar para los hombres del campo, es el líder, es el amigo y aunque no le gusta el adjetivo de luchador social, Pedro Ocampo le ha dado gran impulso a las esperanzas de los campesinos, de hombres y mujeres de la zona sur del estado de Morelos. Su capacidad para resolver los problemas del agro, de los campos cañeros, le han generado una figura popular y de un gran carisma natural sin falsas poses ni actitudes altaneras como otros que se dicen lideres cañeros. ¿Qué clase de líder social es Pedro Ocampo Álvarez? Sus respuestas a lo largo de la entrevista realizada en sus oficinas nos hace conocer de inmediato a ese predestinado, a ese líder y político que sabe tomar decisiones propias en beneficio de quienes le siguen y creen en él, es un experto en conseguir las relaciones cordiales con otros organismos campesinos. Cada día, en cada proyecto, en cada acción va inmerso indudablemente en el beneficio colectivo para su gremio. Un hombre apasionado por los caballos, cuyas figuras, arreos y fotografías inundan esa oficina que irradia calor humano, atrás de él, un hermoso cuadro de dos caballos, donde se lee “nunca, nunca te des por vencido” palabras más, palabras menos, es el espíritu y la mística de un hombre al que le apasiona ayudar a los demás, es Pedro Ocampo Álvarez, un líder de verdad, al que basta conocer solo unos minutos para creer en su proyecto de vida, de trabajo, de aspiraciones políticas y de su amor por la tierra y quienes la hacen producir. Sus aspiraciones políticas están en plena etapa de quietud, sin duda invernaran hasta que existan las condiciones de volver a buscar una candidatura para hacer llegar al congreso del estado, la voz de quiénes hoy no tienen representación cameral porque su voz no se escucha en donde se dan las grandes decisiones. Seguramente hoy como hace dos años, se tendrá que consultar primero entre la familia, porque esa es una consulta obligada como lo expresa el propio Pedro Ocampo, “no tomo decisiones yo solo, siempre lo hemos hecho así, la consulta familiar”. Sin duda el dirigente de la CNPR, es el hombre predestinado para lograr el cambio radical en el combate al rezago agrario, aún y cuando ha logrado que se pague de manera justa el trabajo de los cañeros, su filosofía de la vida lo convierten de manera natural en una figura pública cuya lucha social se fortalecerá en los próximos años. Pedro Ocampo no es un improvisado, es un líder que con inteligencia ha creado su programa de acción de manera coherente para lograr mejores precios de garantía, por ello su don especial lo generar mayores beneficios para los productores campesinos. Esa mística de trabajo tiene un solo objetivo, mayores estadios de bienestar para la gente del campo, para su gente, para los hombres y mujeres que dejan la vida cada día bajo los rayos de sol, Pedo Ocampo lo sabe, por eso la necesidad de seguir el ejemplo de los campesinos, de trabajar incansablemente con una disciplina rígida, y con todo ello, la pasión por servir. Finalmente, el líder campesino muestra su capacidad de análisis y responde con una seguridad que una vez más, confirma esa capacidad de liderazgo y lucha social, cuestionado sobre que conviene más a los campesinos de la zona sur, si un gobierno de hombres o un gobierno de leyes, su respuesta es atinada. Para Ocampo Álvarez, es necesario tener un gobierno que lleve inmerso al hombre y la sana transparencia de la aplicación de las leyes, porque una sociedad productiva y justa debe tener una aplicación de las leyes que garanticen una convivencia sana, justa, honrada donde el trabajo y la seguridad ciudadana y mejores servicios es responsabilidad compartida, una responsabilidad de todos. Ha concluido la entrevista, y seguimos con el mismo pensamiento, es un luchador social, es un líder natural y su magnetismo humano lo hacen un político limpio, un líder con carisma y con poder de convocatoria, un ejemplo de liderazgo entre el campesino y los productores morelenses.

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