Yecapixtla tierra prodiga y de leyenda

Entregan al municipio un mapa del siglo XVI/ la Universidad de Austin obsequia un facsímil de documento de la colonia/ las raíces del pueblo a través de su danza/ Yecapixtla un pueblo mágico desde siempre… Carlos O. Morales… Una vez más, desde lejos, allende nuestras fronteras los mejores regalos sorprenden por la sencillez de quien los entrega, y es que en muchas universidades del mundo, siempre habrá vestigios, documentos y pinturas que muestren al mundo que México como país es mágico y milenario. De este modo, el municipio de Yecapixtla recibió del bibliotecario de la Universidad de Austin, Texas, el doctor Michel Hironymous una copia facsímil del mapa denominado “De la relación geográfica del pueblo de acapistla”. Hermoso documento histórico que detalla paso a paso cada cerro, cada montaña, cada comunidad del municipio que hoy gobierna Francisco Erick Sánchez Zavala, además de la pintura colonial que contiene desde el monasterio construido por agustinos y franciscanos hasta los cerros, entre ellos el del águila. Calurosa tarde para recibir ese histórico legado para enriquecer la leyenda de un pueblo como el de Yecapixtla, y momento ideal para rememorar que este municipio, antigua villa, fue uno de los señoríos en que estuvo dividida la antigua provincia conocida como Tlalnáhuatl conquistada por Moctezuma entre los años de 1440 y 1460. Al hacer un poco de historia como la narrara el doctor Michel Hironymous, forzosamente tenemos que recordar para quienes apasiona la historia de este municipio, que al consumarse la conquista española, el pueblo de acapistla fue dado en encomienda a Diego de Olguín, soldado que vino a la Nueva España acompañando a Hernán Cortés. Pero poco más tarde, le fue quitado para anexarlo al Marquesado del Valle de Oaxaca, por real cédula que el conquistador recibió del emperador Carlos V. Y narra, en su historia verdadera de la Nueva España -Bernal Díaz del Castillo- que cuando conquistaron Acapistla, se libró una gran batalla entre los españoles y los naturales, tanta cruenta batalla que se tiño de rojo el rio y los españoles no pudieron utilizar el agua del rio hasta después de dos horas. Asimismo, cuando el alcalde mayor de las cuatro Villas del marquesado hizo (aquí el dato interesante que nos traslada hasta este 29 de marzo del 2017 por ser la entrega del facsímil en cuestión) en 1580, su Relación sobre Acapistla, dijo que los señores llevaban unos chalchihuites atravesados en la nariz, por lo que se les llamaba ayacapistlas. El pueblo de Acapistla fue inicialmente fue poblado por gente de Xochimilco, posteriormente por Tlahuicas, los cuales establecieron en este sitio un barrio donde reconocían como señor a un chichimeca llamado Cuauhéyac, que quiere decir, culebra larga, en suma el actual municipio de Yecapixtla fue un pueblo que se resistió como fiera a sus conquistadores. Cuando los españoles llegaron a Acapistla fueron recibidos a pedradas, pues topográficamente la Villa es una fortaleza natural, por lo cual su conquista costó mucha sangre, incluso todavía la entrada al pueblo se llama, calle de la Defensa, y esta enorme barranca fue un gran obstáculo para los conquistadores pues Yecapixtla está sentada en tierra plana entre dos barrancas muy hondas. La toma de Acapistla por los españoles fue el 17 de marzo de 1521, este municipio cuenta con siete puentes admiración de propios y extraños, verificada la conquista, la evangelización fue hecha por los franciscanos, pero posterior y definitivamente por los agustinos. Otra versión sobre las que rodean a la Iglesia de San Juan Bautista, es que fue construida en tiempos de Hernán Cortés, misma que fue artillada, y el cronista Grijalva dice en sus textos, que los agustinos habían realizado una iglesia provisional con techo de paja la cual se incendió, y poco mas tarde cuando Yecapixtla fue una de las cuatro Villas entregadas a Cortés se ordenó la construcción del monasterio e iglesia fortaleza, en el siglo XVIII esta iglesia o monasterio era considerada una de las mejores de la Nueva España, incluso tiene un enorme cementerio de tres garitones donde se asegura que está enterrado aquí en Yecapixtla, el célebre fraile Jorge de Ávila, además se dice que la Villa de Acapistla fue entregada por el emperador Carlos V a Hernán Cortés en el año de 1529, y el dos de julio de 1884 la municipalidad de Yecapixtla fue segregada de Jonacatepec para anexarla a la de Cuautla. Hermosa sin duda la historia de un municipio cuya magia se percibe tan pronto camina uno por sus calles, visitan el mercado y su imponente monasterio, Yecapixtla es mágico desde siempre como mágicas son sus danzas milenarias, las mismas que se ofrecieron ayer con su clásico ritual. Ayer, sonó el Ahuehuetl, rompió el aire su acompasado tambor, al unísono con las caracolas, mientras su danza subyuga a los presentes, entre ellos, los integrantes del Club Rotario de Oaxtepec y Atlatlahucan, ahí entre el verdor del jardín de la Iglesia de San Juan Bautista, la danza de la fe y de su DIOS, el incensario, movido al compás de la danza, dejo escapar el fuerte olor del copal, para ofrecer a los cuatro puntos cardinales sus deseos de mejores cosechas, de momentos de paz, y sobre todo de sus usos y costumbres….

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