...La humildad del güero Mercado…

Víctor Mercado recorre el ALM/ Emociona y vibra la visita a la plaza/ Un ritual la recepción de los comerciantes/ Afloran los recuerdos y las lágrimas por poco… Carlos O. Morales

Viernes de fin de semana. Día de visita al Centro de Abasto más importante del estado, día de contrastes, de recuerdos y alegrías. Es el último viernes de agosto, y especialmente un día para remembranzas, para recorrer el ALM y terminar con un almuerzo que sabrá a agradecimiento y a un apoyo gremial para un personaje de la vida política estatal, Víctor “el güero” Mercado.

Desde la parte norte del Centro Comercial Adolfo López Mateos, el tianguis del Circo, llamado así porque en la década de los 70, el Circo Atayde Hermanos, año tras año, se instalaba en esa zona. Víctor Mercado el famoso “güero” inició su visita a un lugar que nunca duerme, acaso, descansaran unas horas, pero el ajetreo, el ir, subir y bajar se da día y noche. Aquí, en las entrañas del comercio formal e informal, en donde el ambulantaje también es generador de riqueza, se vive en un submundo, no hay descanso, el tiempo no se detiene, la supervivencia demanda actividad continua, y es aquí donde Víctor Mercado recibe las primeras palmadas, los saludos de mano, y la petición reiterada de impulsar a través suyo, las mejoras que se requieren para tener mejores condiciones laborales y de vida.

El camino es una verdadera aventura, El güero Mercado habrá de conocer a lo largo de tres horas, como viven esos mercaderes, esos fenicios mayoristas y minoristas, lo mismo quienes despachan que quienes mueven las mercancías, y habrá de llegar al momento en que se mirará de frente con esa mujer que alguna vez trabajara para su señora madre.

Víctor Mercado, aun y con la sonrisa a flor labios, vivirá momentos de reflexión, derivado de los tiempos pasados recientes, cuando en su adolescencia esta central de abasto fue su casa, aquí deambulo y vivió etapas de su vida antes de llegar al éxito como persona y como empresario. La visita al ALM, fue y todo un viaje en el tiempo, los recuerdos, las remembranzas y las anécdotas llegaron en cascada, un torrente de imágenes llegaría a su mente conforme avanzó por los pasillos, la visita obligada a las gorditas de Doña Tina, a los tacos de cabeza, no quedo nada sin que el güero no pasara por ahí, saludos a los que atendían las dulcerías, todo en su momento reavivó sus tiempos idos.

Los olores dispersos, fueron parte de ese ritual que se vive al visitar a los mercantes, al pasar por las carnicerías, los saludos de mano y de agitar la diestra desde lejos, impregnaba el ambiente como lo hacían las pescaderías, y con mayor razón, ese pasillo donde se busca desde las hojas de plátano, la ruda, el aceite y el incienso, el copal y las veladoras para atraer la buena suerte o al ser amado, las yerberias.

Durante la visita de Víctor el güero Mercado, al ALM, se vivió el afecto y el cariño que la gente, esa gente especial que son los comerciantes le tienen al güero, y por ahí, una gente como pocas, Rosa Rodríguez, La More, bien en su papel, mientras que reporteros, comunicadoras, fotógrafos y camarógrafos, hacían su trabajo, vimos rostros conocidos, entre ellos, Felipe Villafaña, Juan Manuel Nájera, Roberto Heredia, Marcela Carreto, Perla Barrios, Roberto Albarrán y su heredero, Carlos Soberanes, Alberto Cruz, Edgar Vargas Santiago, Giovanni Barrios, Arturo Ortiz y su vástago. Pero sobretodo, este día conocí la humildad, esa que le falta a Rabín, a Lucy, a Reyes, a Juan Ángel, y los que sumen en los próximos meses. El güero Mercado, amable, sencillo, amigable, y sin poses de divo, al finalizar su mensaje de agradecimiento a los comerciantes del ALM, compartió un rico arroz rojo con carne de puerco en salsa naranja, que me supo a gloria, pero, sobre todo, porque comprobamos que no hay otro político igual que Víctor Mercado, ojalá y nunca pierda esa cualidad…