Jesus Giles buen viaje amigo...

Cuando un amigo se va queda un espacio vacio/que no lo puede llenar la llegada de otro amigo/cuando un amigo se va queda un tizón encendido/que no se puede apagar ni con las aguas de un rio.

…Jesús Giles se ha ido, se adelanta al mismo lugar donde algún día nos volveremos a ver. Hoy Cuernavaca se ve y se siente con una mañana clara y cálida aun con su repentina partida. Lo cual no deja de evitar que lo recordemos con un respeto colectivo mientras en una discreción total se velan los restos mortales para llevarlos mas tarde al cementerio o al crematorio.


Mientras tanto, su recuerdo fluye, como fluyen las anécdotas de su trato como funcionario y de su mano amiga, aunque mal recordado por otros, Jesús Giles bulle en la mente de muchos, y a otros mas nos duele, igual que si hubiera sucedido su deceso en carne viva y el alma misma.

Era sencillo y alegre a la vez, con su inseparable cigarrillo en la diestra, generoso y humano cuando del corazón le nacía, duro y severo cuando la ocasión lo ameritaba. Por esa razón, los malos y buenos comentarios de quienes lo conocimos.


Ese recuerdo de Jesús como persona, en nada empaña la gloria a que tiene derecho, fue guía de muchos compañeros y amigos, y así debemos recordarlo, ese hombre entero y viril de impecable traje y corbata, de caminar decidido y grandes zancadas, el bigote bien recortado y sin dejar la sonrisa característica de su personalidad imborrable.

Estoy seguro de que Jesús Giles perdonó a los que no saben perdonar,  por eso, quien lo conoció no lo olvidara, y contra todo pronostico negativo, su corazón fue universal, fue generoso y sencillo, su vida, lo quieran o no, nos dejó una ardorosa y viva enseñanza…

Cuando un amigo se va/ una estrella se ha perdido/ la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido/cuando un amigo se va/ se detienen los caminos/ y se empieza revelar el duende manso del vino/cuando un amigo se va/ se queda un terreno baldío/ que quiere el tiempo llenar con las piedras del hastío.


…Jesús Giles era leal, bueno con unos, malo para con otros, es la ley de la vida, atacar y defender, vivimos en una selva de concreto, la ley del mas fuerte es la que gana y vence, hay unos que roban y otros que administran, y Jesús era de los que siempre tenían una lección unánime de confianza en las instituciones, en las leyes y en los amigos. Eso era para el, fe en el porvenir del estado, ahora las flores, las Bugambilias, los guayabos, los cazahuates,  seguirán con sus hermosas flores, y veremos ese Cuernavaca que recorría de manera regular aun y cuando ya no era el alcalde en funciones.

Algunas veces nos saludamos en el viejo barrio de Amatitlán, el en su camioneta, uno caminando, pero siempre había el saludo cordial y el deseo de buena suerte, ese deseo que salía de lo mas hondo del corazón, así lo sentíamos y así fue…


Para la mayoría nada de tu actitud es conocida, solo quienes tuvimos el honor de conocerte, pero justo es reconocer, esa sorprendente conjunción y capacidad realizadora, tenías el don, la visión que habrá de traspasar los tiempos, y con ello, obtuviste el éxito, ese que tantas cosas desvirtúa pero que ha sido una especie de estimulo austero y superador.

Tu lección queda viva, y con ello, tu colaboración, tu contribución para construir una mejor sociedad ahí queda. Nos enseñaste desde la raíz, que nada supera a la convivencia humana, y con la exageración de la vieja amistad, tu camino, nuestro camino deberemos transitarlo como lo pedias, de manera sencilla, humilde y natural, por eso no hay para ti, un merecimiento excepcional, sino únicamente el reconocimiento de que cumpliste como hombre, funcionario, amigo y padre ejemplar…

Cuando un amigo se va/ se queda un árbol caído/que ya no vuelve a brotar/porque el viento lo ha vencido/cuando un amigo se va/queda un espacio vacio/que no lo puede llenar, la llegada de otro amigo…



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