…Despertó el Morelos bronco para exigir un mejor gobierno…

Miles y miles de morelenses exigen la salida de Graco Ramírez/ Esquiroles de la comunicación minimizan cifras/ Impotencia, tristeza, condena, enojo y coraje entre los sentimientos encontrados/ Espías, orejas,  y cientos de agentes encubiertos sorprendidos por la muchedumbre congregada/ Superadas las expectativas Osorio Chong tiene el destino de Morelos en sus manos.

 

Carlos O. Morales

 

…El caminar fue firme, la gente reunida en La Glorieta del Niño Artillero en Las Palmas inició su marcha hacia el centro de Cuernavaca con la convicción de ejercer un derecho legítimo al no tener un gobierno preocupado por los altos índices de inseguridad.

A cada paso, en cada uno de los manifestantes el rencor o la impotencia, los seres perdidos, los asaltos y robos, las extorsiones los hacia gritar con coraje por un Morelos mejor.

Fueron muchas las manifestaciones verbales en contra del gobernador de Morelos, a cada paso, los sentimientos eran encontrados, por un lado la certeza de marchar por un reclamo justo, por el otro, la tristeza de cerrados antiguos negocios que duraron muchos años funcionando, y que hoy al caminar por la avenida Morelos, los vimos cerrados, los inmuebles vacíos y con claras huellas del abandono.

 

Las misceláneas cerradas, el negocio de llantas se ha marchado, los viejos restaurantes han cerrado, esto tan solo de Las Palmas al centro de Cuernavaca, pese a esto, la marcha que partió de la glorieta tuvo una respuesta increíble, pese a los agentes de gobernación      que a un lado de la gasolinera Las Palmas, decían textual, “esto ya valió madre, son las cuatro de la tarde y solo hay como 40, pero poco a poco llegaron cientos, y cientos hasta llegar a miles, los reportes se escuchaban en los radios de los agentes de tránsito con motocicletas estacionadas  cerca de los manifestantes.

Subir al Calvario fue fácil, aunque un poco cansado por la subida, sin embargo, permitió observar a tantos agentes de gobierno, de corporaciones policiacas, con radio en mano para informar los pormenores de una manifestación que asombró a los responsables de dar detalles de los morelenses ofendidos y lastima dos en sus familias, su patrimonio y sus vidas.

Y aunque a muchos, parecerá que no tiene caso, esta marcha recordó al que escribe aquellas palabras vertidas el 14 de agosto de 1947 por Jawaharlal Nehru; “Muchos años atrás  hicimos una cita con el destino y ahora llega el momento de cumplir nuestro compromiso, quizá no en forma total pero si substancialmente.

 

Al dar la media noche, cuando el mundo duerme, la India se despierta a la vida y a la libertad, pocas veces se da en la historia un paso como este que damos, de lo viejo a lo nuevo, cuando una era termina y el espíritu de una nación, tanto tiempo sofocado, encuentra su expresión. En este solemne momento hacemos la promesa de dedicarnos al servicio de la India y de su pueblo, y a la gran causa de la humanidad”.

Y es que hoy, en Cuernavaca la capital del estado. El Morelos bronco ha despertado, la hidra de Lerna ha cobrado vida, el despiadado monstruo de tres, diez, mil o diez mil cabezas, se revuelca en sus dolores y a cada golpe y cabeza que derriba Graco Ramírez, en cualquier calle, pueblo o barrio, surgen nuevas y se multiplican las mismas que reclaman un alto a la inseguridad y la delincuencia.

Muchos meses atrás hemos hecho esa cita con el destino y ha llegado el momento de exigirle al mandatario de Morelos, cumpla sus promesas de campaña, para que cicatricen las heridas de una sociedad lastimada, flagelada y ofendida.

 

Del Calvario, bajaron muchas jacas de acero, motocicletas, las marcas se confundían, unas eran BMW, otras Honda, mas allá, las Suzuki, las legendarias Harley Davison, lo que no se confundió fue su reclamo y respeto a sus derechos. Todos coincidieron en un mejor gobierno de Graco Ramírez.

La marabunta humana bajó por toda la avenida Morelos, para dejar con un palmo de narices a las cámaras de video colocadas previamente por donde supuestamente habrían de pasar los ciudadanos inconformes, se quedaron en una frustrada espera, nunca pasaron  por ahí, medida gubernamental que benefició a los marchistas, a los morelenses indignados por tanta incapacidad de un gobierno que no cumplió sus promesas de campaña.

 

El Morelos bronco gritó, insultó al gobernador en funciones, buscó desahogarse, y su impotencia en momentos hizo que miles se unieran al reclamo estéril, pero reclamo al fin.

En la avenida Morelos confluyeron las dos marchas, la iniciada en Las Palmas y la otra en el Calvario, fue impresionante el número de manifestantes que formaron un río humano, cuyo torrente bajó por Hidalgo para llegar hasta las puertas mismas del Palacio de Cortés, no hubo canticos gregorianos, ni salmos o himnos de religiones diversas, ni pancartas de partidos políticos, hubo si, presencia de conocidos políticos que al igual que muchos, han sido objeto de ataques, robos y  asaltos, hicieron acto de presencia regidores, empresarios, caras conocidas de gente de colonias populares, de mercados.

Pero esta vez, no hubo nombres de nadie, todos fueron uno solo, de principio a fin, fue una marcha multitudinaria, gigantesca, la primera en Morelos en toda la historia de esta magnitud, de nada sirvió a la prensa vendida desde la capital de país para denostar al movimiento ciudadano, fue dinero tirado a la basura las notas pagadas a los esbirros  y mercenarios de la televisión y la prensa escrita, esos solo recordaran con el paso de los años como se vendieron cual vil Judas por 30 monedas, eso sí, de oro puro.

 

La plaza de Armas lució atestada, llena, hermosa, hasta la piel se puso chinita de ver como cuando el pueblo se organiza, las cosas más increíbles suceden, para las 18.13 horas los morelenses hicieron vibrar la plancha de concreto de la Plaza de Armas justo al entonar el Himno Nacional,  mientras los agentes, los policías municipales, los policías estatales y los de la PGJE seguían informando que eran como cinco mil los inconformes ciudadanos que se manifestaban y pedían la renuncia del mandatario en turno, mientras en una gran lona blanca se leía... En Morelos nos dieron Graco por liebre…